El siguiente tema que hemos tratado en clase ha sido sobre el Autismo. En primer lugar, por autismo se entiende como un trastorno neuropsiquiátrico del desarrollo que se manifiesta durante la infancia. Se caracteriza por la no aparición (o su aparición diferencial) de algunos aspectos básicos del desarrollo como las competencias para relacionares, comunicarse o cómo comportarse con los demás. Debido a la diversidad clínica y social de las personas con autismo, se utiliza el término Trastorno del Espectro Autista (TEA) de forma más genérica, incluyendo el Trastorno Autista de Kanner, el Síndrome de Asperger, el Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado, el Trastorno Desintegrativo Infantil y el Sindrome Rett.
En general, se trata de un colectivo, que aunque heterogéneo, destaca por una serie de alteraciones importantes y que constituyen factores de riesgo. Podemos destacar:
-Alteraciones en la interacción social: presentan dificultades para ajustar su comportamiento al de los demás, no suelen entender muy bien las normas sociales. También suelen tener problemas para compartir el mundo emocional, los pensamientos e intereses. Esto genera aislamiento social, sobre todo en la etapa infantil, pudiendo atenuarse con el desarrollo y la adquisición de nuevas competencias
- Alteraciones en la comunicación: un porcentaje importante de las personas con autismo no llegan a desarrollar el lenguaje y en los casos en los que sí se desarrolla, frecuentemente se encuentran características como la ecolalia, perseveración, inversión pronominal, etc. Además, esto se acompaña de la pobreza o ausencia de comunicación no verbal.
- Patrones restringidos de comportamiento, intereses y actividades: las personas con autismo presentan intereses especiales que no suelen compartir con los demás. También pueden padecer movimientos corporales estereotipados. En la infancia, el juego tiende a ser repetitivo y de forma, a lo largo de su vida, pueden sufrir ansiedad ante los cambios en las rutinas.
De esta forma podemos destacar que el origen de la vulnerabilidad de este colectivo es doble, ya que por un lado existen ciertas enfermedades que afectan al cerebro que se presentan con mayor frecuencia en este colectivo. Por otro lado, el tener que adaptarse a un entorno que no comprenden o no está adaptado a sus necesidades puede generar otros problemas como ansiedad, conductas violentas, obsesiones, trastornos del sueño, etc.
Desde el análisis de la evolución del autismo por etapas podemos distinguir:
Una vez expuestas las características del colectivo es importante atender a cómo se da respuesta a las necesidades de las personas con autismo. En primer lugar, me gustaría destacar que existe un consenso internacional sobre que la educación y el apoyo social son los principales medios de intervención ante el autismo.
Para poder abordar perspectiva educativa con este colectivo hay que tener en cuenta la necesidad de que la intervención sea temprana e intensiva, generando situaciones que permitan el aprendizaje continuo. También destaca la necesidad de que el aprendizaje esté muy estructurado.
En cualquier caso, es importante determinar un plan individualizado acorde a los intereses del niño (o fomentándolo inicialmente). Algunas de las estrategias a utilizar a menudo con un calendario predecible, enseñando tareas fraccionadas en pasos sencillos, implicando activamente al niño en actividades altamente estructuradas y reforzando de maneras variadas su comportamiento.
Un recurso muy utilizado en la intervención con este colectivo son los pictogramas. Su utilización se aplica tanto para mejorar la comunicación de estas personas como para proporcionar una estructuración del tiempo con el fin de reducir la ansiedad, aumentar la tranquilidad y la motivación de los niños.
La participación de los padres se ha identificado como un factor fundamental para el éxito y la familia debe coordinarse con el profesorado y otros profesionales de apoyo a la hora de determinar objetivos y sistemas de apoyo. Esto contribuye a mejorar su autonomía sobre todo en la adolescencia y la adultez, a través de la adquisición de hábitos de higiene y aseo personal, alimenticios, etc.
Tras esta exposición, ha mejorado considerablemente la visión que tenia de este colectivo, ya que conocía el trastorno en sí, pero no de forma concreta cada una de las alteraciones que conlleva. En mi opinión, el hecho de que la problemática de este colectivo afecte concretamente al plano relacional y la comunicación de una forma tan directa agrava su situación. Sin embargo, a pesar de ello, también es importante tener en cuenta el papel de la educación para mejorar la vida de estas personas.