jueves, 5 de mayo de 2011

16/2/2011. Adicciones, problemas universales

La siguiente exposición de clase ha tenido por temática las adicciones como aquellas dependencias que influyen de forma negativa en el comportamiento de una persona. A la hora de abordar esta temática se ha enfocado principalmente a la intervención con los adolescentes.

En primer lugar, me parece interesante destacar que, tal y como explicaron los compañeros, las adicciones exceden a lo que entendemos por el consumo de drogas (legales o ilegales) y abarcan otras realidades en la que existe una dependencia como puede ser la ludopatía, la cleptomanía o las nuevas tecnologías. De estas ideas, lo que se desprende es que una adicción no tiene porqué llevar implícito el consumo de una sustancia sino una dependencia que implica un determinada conducta, ya sea el consumo de drogas o la compra compulsiva.

El análisis de las adicciones desde la perspectiva de la intervención con adolescentes tiene su sentido si tenemos en cuenta en que es en esta etapa en la que muchos jóvenes tienen su primer contacto con determinadas drogas. En este sentido, podríamos destacar las motivaciones personales como un factor que incide en las adicciones. La O.M.S señala que en el inicio y el mantenimiento del consumo de drogas aparecen con frecuencia motivos como la satisfacción de la curiosidad sobre los efectos de la droga, aceptación del grupo, expresar independencia, hostilidad o rebeldía; necesidad de evasión… en cualquier caso, este tipo de consumo de forma experimental es el primer contacto con las drogas y otras adicciones. Sin embargo, este consumo experimental puede convertirse en un consumo habitual o en un abuso del consumo con las consecuencias físicas (deterioro físico, repercusiones neurocerebrales), sociales (abandono de relaciones familiares), educativas y formativas, etc. que conllevan.

A pesar de que el perfil de una persona adicta es cada vez más variado y la influencia del contexto en el que se desenvuelva un factor de riesgo en muchas ocasiones, en general, una persona que acabe desarrollando comportamientos adictivos suele presentar una dependencia afectiva, labilidad afectiva, baja autoestima, incapacidad de futurizar, agresividad y egocentrismo, habilidades sociales deficientes y escasa tolerancia a la frustración y en ocasiones, la identificación con su rol sexual. Sin embargo, en España el perfil de las personas adictas a cambiado considerablemente hacia una persona más integrada y con menor deterioro físico, a la misma vez que se modifican los patrones de consumo (experimental, de fin de semana…), y se amplían las tipologías de adicciones.

También me gustaría destacar una tipología de adicción que han destacado los compañeros durante su exposición y que ha llamado la atención de muchos de nosotros. La codependencia según han explicado, sería una adicción a los problemas de los demás. Sin embargo, a pesar de que formalmente implica un componente emocional, psicológico y comportamental, como se reflejan en todas las adicciones, creo que la codependencia no es una adicción como tal, sino más bien, se genera como resultado de una larga exposición a normas o relaciones opresivas dentro de un marco en el que existe un vinculo afectivo. Ejemplo de ello seria, que la codependencia emocional es uno de los aspectos que casi siempre está presente en el perfil psicosocial de muchas mujeres que presentan problemas de drogas u otras adicciones.

¿Cómo se interviene con este colectivo?

En el ámbito de las adicciones y las drogodependencias, las intervenciones educativas se centran en primer lugar en la prevención. Dirigidas a la población en general como las campañas de sensibilización o más enfocadas a los grupos de riesgo como las que se llevan a cabo en el ámbito escolar, la prevención primaria es uno de los aspectos más desarrollados a la hora de intervenir en este ámbito, sin embargo están teniendo una incidencia menor de la esperada. Una cuestión polémica respecto a la prevención sería la edad de inicio de la misma. En mi opinión, las campañas de prevención no deben iniciarse desde edades demasiado tempranas de forma indiscriminada, ya que si se pretende atender a un problema, debe de existir un factor de riesgo, ya que si no, la propia prevención se puede convertir en un factor de riesgo en lugar de ser un factor de protección.

Una vez que ya existe el consumo o la adicción, se ponen en funcionamiento otros recursos que pueden orientarse a desarrollar un consumo responsable o por el contrario, terminar con la adicción. Estas últimas serían todos aquellos recursos destinados a la desintoxicación y la deshabituación, ya sea a través los diferentes programas de tratamiento o las comunidades terapéuticas, cuyo fin es terminar con la adicción física y psicológica respecto a la sustancia o determinadas conductas. El otro planteamiento principal que sigue la intervención ante las drogodependencias se basaría en la reducción de riesgos y daños. Según este planteamiento, una vez que se ha iniciado el consumo de determinada sustancia, la solución no es oponerse de forma abierta al consumo, sino trabajar para que los riesgos y los daños se minimicen en la medida de lo posible. En este sentido estaríamos hablando de un tipo de prevención terciaria en la que se pretende fomentar el consumo responsable, o al menos con la mayor información posible sobre los riesgos que puede entrañar el consumo de drogas.

Para terminar, respecto al papel del educador social en este ámbito, en muchas ocasiones su presencia queda supeditada a los planteamientos y principios de la asociación en la que trabaje. Generalmente, desarrollan un papel bastante secundario, no por falta de capacidad o formación, sino porque existen otros perfiles profesionales que tienen una mayor presencia como los psicólogos y los trabajadores sociales. Aunque en muchas ocasiones son otros profesionales los que realizan las funciones del educador social o el educador social realiza funciones propias de otros perfiles creo que es importante aumentar la presencia de los educadores sociales en este ámbito, ya que en mi opinión, existen líneas de actuación que les permiten desarrollar funciones muy importantes, ya que la perspectiva educativa es fundamental en la intervención ante las adicciones.

1 comentario:

  1. Tienes razón Guiomar, perdona, a veces escribo como si pensara en alto y no me doy cuenta de que no me podeis seguir porque no sabeis que puedo estar pensando. Lo que quería decir es que me gusta como escribes y creo que tus entradas aunque a veces se quedan un poco cortas, tienen buen nivel de reflexión y madurez, pero sigo esperando más porque vas retrasada y no se si al final eso te pasará factura. Mis puntos suspensivos no son con el contenido sino con la constancia.
    PD: Brutal el artículo del maltrato entre iguales!! Buena aportación y buena reflexión

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